Catarata de la Fortuna
El pasado mes de mayo he tenido la fortuna de poder viajar a
Costa Rica. Es preciso, antes de describir los pormenores del viaje,
atender a unos datos sobre este país centroamericano, para ponernos en
situación. Costa Rica cuenta con una superficie de 51.100 Km2, el
equivalente a la Comunidad Autónoma de Aragón. Esa cifra supone el 0,03% de la superficie
terrestre mundial, y en ella se puede contemplar el 6% de la biodiversidad del
planeta. Este dato le convierte en el país con mayor biodiversidad del planeta
por kilómetro cuadrado de territorio. Los Costarricenses lo saben, son
conscientes del enorme tesoro que tienen dentro de sus fronteras y por eso, el
25% del país se encuentra protegido por
el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), que administra 160 áreas
protegidas, de las cuales 27 son Parques Nacionales y el resto se reparten
entre refugios de vida silvestre, reservas biológicas, monumentos nacionales,
reservas forestales, humedales, y zonas protegidas. A todo esto hay que añadir
una gran cantidad de reservas privadas. En fin, un paraíso de vida silvestre,
un auténtico punto caliente de biodiversidad.
El primer destino del viaje, previo paso por San José
(capital del país), fue el Parque Nacional de Tortuguero. Creado en 1975, se
encuentra ubicado en la costa del Caribe costarricense; abarca una extensión de
26.156ha en su parte terrestre y alrededor de 50.160 ha de zona marina. El
principal motivo de su creación, impulsada en la década de los 50 por el
herpetólogo Archie Carr, fue la protección de las zonas de desove de las
tortugas marinas, especialmente la tortuga verde. Sus nidos se cuentan por miles
en la playa, gracias a la gran labor educativa que se ha realizado en las
últimas 6 décadas con la población local, haciéndoles ver, que proteger las
tortugas les iba a proporcionar mayores beneficios que matarlas. Ahora, están
recogiendo lo que sembraron, en forma de miles de turistas al año que acuden al
Parque Nacional a ver a estos grandes reptiles.
Playa de Tortuguero
Por desgracia, mayo sea quizá uno de los peores
meses del año para ver tortugas marinas desovando; por suerte, el Parque
Nacional, ofrece muchos más atractivos. Tierra adentro, abundan los ríos y
canales, creados en 1974 para permitir el tránsito a los habitantes locales, y
hoy en día utilizados por los turistas que visitan la zona. El río Tortuguero
sirve de entrada a la red de canales. Durante un maravilloso paseo en barca, se
puede contemplar paisajes increíbles y gran cantidad de fauna y flora,
especialmente aves acuáticas como garza tigre (Tigrisoma mexicanum), garceta azul (Egretta caerulea), garceta nívea (Egretta thula), garceta grande (Ardea
alba), anhinga (Anhinga anhinga),
rascón de cuello gris (Aramides cajanea)
y martín pescador verde (Chloroceryle
americana) entre otros muchos.
Canal de la Palma
Garza tigre
Garceta azul
Anhinga o pájaro serpiente
La tierra firme es el terreno donde se asienta el
bosque tropical muy húmedo, en el que la precipitación anual promedio es
cercana a los 5.000 mm. Resulta casi imposible caminar por el interior de este
bosque, incluso machete en mano, por lo que la única opción de poder contemplar
su fauna es recorrer los senderos de los hoteles, o el camino que une estos con
el pueblo de Tortuguero, siempre y cuando el hotel esté en el mismo brazo de
tierra que el pueblo, porque sino necesitas barca para llegar. Algunas de las
aves que se pueden observar en el interior del bosque son: diferentes especies
de bienteveo, como el bienteveo común (Pitangus
sulphuratus) o el bienteveo del chocó (Conopias
albovittatus), la oropéndola de Montezuma (Psarocolius montezuma) con su potente y a la vez relajante canto y
sus espectaculares nidos colgantes, el Guacamayo verde (Ara ambiguus), el colibrí de cuello blanco (Florisuga mellivora), el semillero aliblanco (Sporophila americana), el trepatroncos cabecirrayado (Lepidocolaptes souleyetti), la tangara
azulada (Thraupis episcopus), la
tangara de las palmeras (Thraupis
palmarum), el pibí tropical (Contopus
cinereus), etc.
Bienteveo del chocó
Oropéndola de Montezuma
Colibrí de cuello blanco
Guacamayo verde
Desde Tortuguero pusimos rumbo hacia nuestro siguiente destino: el Parque Nacional Volcán Arenal. Fue creado en 1991 y después de varias ampliaciones, en la actualidad protege una superficie de 12080 ha. Se ubica en el pie de monte de la Cordillera de Tilarán y su principal atractivo es el majestuoso Volcán Arenal, cuyo cono tiene una altitud de 1670msnm. Desde 1968, momento de su última erupción, ha estado en actividad permanente. El Parque Nacional Volcán Arenal presenta tres zonas de vida principales: el bosque muy húmedo premontano, el bosque pluvial premontano y el bosque pluvial montano bajo.
Volcán Arenal
En esta etapa del viaje, dedicamos la mayor parte del tiempo
a la aventura, haciendo canopy en las copas de los árboles, senderismo, visitando
la catarata de la Fortuna, y momentos de relax en diferentes balnearios de la
zona, gracias a las aguas termales que salen del volcán. Pero Costa Rica tiene
algo maravilloso, y es que a poco que te fijes, casi sin poder evitarlo, ves
animales por todas partes. Algunas de las aves más comunes de Costa Rica se
cruzaron en nuestro camino, como el ave nacional, el yigüirro (Turdus grayi), el zanate (Quiscalus mexicanus), la tangara azulada
(Thraupis episcopus), el colibrí de
cola roja (Amazilia tzacatl) o el
chíngolo (Zonotrichia capensis).
También pudimos ver tortolita (Columbina
talpacoti), paloma morada (Patagioenas
flavirostris), tucán pico castaño (Ramphastos
swainsonii) y la pava moñuda (Penelope
purpurascens).
Yigüirro
Zanate
Colibrí de cola roja
Tucán pico castaño
Dejando atrás el Volcán Arenal y
el lago del mismo nombre, llegamos a la Reserva Biológica del Bosque Nuboso de
Monteverde, el reino del Quetzal, el jardín de los colibrís. Visitar Monteverde
es como retroceder 60 m.a en el tiempo, a la era de los dinosaurios. La
vegetación del bosque nuboso lo ocupa todo, el suelo, los troncos, las ramas de
los árboles… El nombre del lugar describe a la perfección el entorno natural; árboles
con alturas de más de 60 m., helechos arborescentres, plantas epífitas que
abarrotan los árboles en tal medida, que les obligan a soportar tres veces el
peso de sus ramas y hojas, plantas con hojas de tal tamaño, que bien podrían
servir de paraguas cuando llueve, lianas que bajan hasta el suelo, árboles
estranguladores, musgos, líquenes, hongos…
Bosque nuboso de Monteverde
Tucán esmeralda
Jilguero
Colibrí oreja violeta
Colibrí colirrayado
Diamante frentiverde
Colibrí montañés gorgimorado
Nuestro último destino fue el Parque Nacional de Manuel
Antonio, en la costa del Pacífico. Esta área silvestre protegida fue
creado en 1972 y tiene una extensión de 1.983 ha en la parte terrestre
y 55.210 ha en la parte marina. La precipitación promedio anual
es de 3584 mm. Es uno de los Parques Nacionales de mayor belleza
escénica del país y una de las áreas que recibe más cantidad de turismo
nacional e internacional. Sus playas paradisíacas de arena blanca y aguas
trasparentes son el principal atractivo para los visitantes. El bosque tropical
húmedo domina el espacio hasta el mismo límite con la playa y en él encuentran
refugio gran cantidad de especies de fauna.
Parque Nacional de Manuel Antonio
Entre las más de 300 especies de aves que habitan en el
parque, pude ver pelícano pardo (Pelecanus
occidentalis), alcatraz pardo (Sula
leucogaster), fragata magnífica (Fregata
magnificens), buitre de cabeza negra (Coragyps
atratus), buitre americano cabecirrojo (Cathartes
aura), perico frentirrojo (Aratinga
finschi), cárabo blanquinegro (Strix
nigrolineata), colibrí pico punzón (Heliothryx
barroti), batará negruzco (Thamnophilus
bridgesi), hormiguero dorsicastaño (Myrmeciza
exsul), soterrey pechibarreteado (Thryothorus
semibadius), chochín criollo (Troglodytes
aedon), tangara costarricense (Ramphocelus
costaricensis), tangara cabecidorada (Tangara
larvata), eufonia gorgiamarilla (Euphonia
hirundinacea) y eufonia piquigruesa (Euphonia
laniirostris).
Fragata magnífica
Buitre de cabeza negra
Perico frentirrojo
Cárabo blanquinegro
Tangara costarricense
Además de las aves, Costa Rica acoge a otra gran cantidad de especies de fauna. Es fácil observar mamíferos como: mono aullador (Alouatta palliata), mono carablanca (Cebus capucinus) o mono ardilla (Saimiri oerstedii), al igual que coatí (Nasua narica), agutí (Dasyprocta punctata), perezoso de dos dedos (Chooloepus hoffmanni), perezoso de tres dedos (Bradypus variegatus) y mapache austral (Procyon cancrivorus).
Mono carablanca
Mono ardilla
Agutí
Perezoso de tres dedos
Mapache austral
Entre los reptiles, pude ver cocodrilo americano (Crocodylus
acutus), caimán (Caiman
crocodilus), iguana verde (Iguana iguana), iguana rayada (Ctenosaura
similis), basilisco común (Basiliscus basiliscus), verde (Basiliscus
plumifrons) y marrón (Basiliscus
vittatus), víbora de palma verde (Botriechis
lateralis), serpiente perico verde (Leptophis ahaetulla), tortuga negra (Rhinoclemmys funerea) y diferentes especies de gecos y anolis. Se dejaron ver anfibios como la rana flecha roja y azul o blue jeans (Oophaga pumilio), rana verde de ojos rojos (Agalychnis
callidryas), rana arborícola mexicana (Smilisca baudinii) y sapo común (Rhinella marina).
Cocodrilo americano
Iguana verde
Basilisco marrón
Víbora de palma verde
Blue jeans
Rana verde de ojos rojos
Entre la gran
cantidad de insectos que viven en Costa Rica, destacar algunos de los
más llamativos y vistosos, como la mariposa morfo azul (Morpho helenor), la mariposa de cristal (Greta oto), el escarabajo arlequín (Acrocinus
longimanus), insecto hoja (Mimetica
mortuifolia), termitas (Nasutitermes sp), cigarras (Fidicina sp) y hormigas cortadoras de hojas (Atta cephalotes).
Mariposa morfo azul
Mariposa de cristal
1 comentario:
Qué gran viaje Nacho!!
La cantidad de animales que viste y fotografiaste. Ese recuerdo será para toda la vida!
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