Del 28 de junio al 15 de julio,
dos miembros del grupo local, Rosa y Toni, participamos en el viaje naturalista
de SEO-Birdlife a la isla de Borneo, concretamente a la región malaya de Sabah.
Borneo es la tercera isla mas
grande del mundo (un 50% mas grande que toda la península ibérica), está situada
un poco al sur de Filipinas, en el ecuador, por lo que llueve mas de 300 días
al año y por tanto, condiciona totalmente el tipo de vegetación que allí existe:
selva húmeda en sus dos variantes: de montaña y del llano.
Políticamente la isla pertenece a
tres países: Malasia (zona norte y antigua colonia británica), Indonesia (otros 2/3
del territorio y antigua colonia holandesa) y el pequeño sultanato de Brunei.
Cuenta con 17 millones de habitantes, y la región que nosotros visitamos,
Sabah, cuenta con 3 millones de habitantes y una superficie similar a Castilla
la Mancha.
La selva de Borneo es considerada
la más antigua del planeta, y además, no es una isla volcánica como las islas
cercanas. Su riqueza ornitológica es enorme: casi 700 especies, de las que 50
son endémicas. Por las fechas del viaje, nosotros no disfrutamos de las
especies invernantes, sino estrictamente de las sedentarias; y aunque se supone
que fuimos en la estación “seca” nos llovió prácticamente todos los días,
aunque mayoritariamente por la tarde-noche. El equipo esencial aquellos días
era: prismáticos, cámara de fotos, agua y chubasquero. De los prismáticos no
nos separábamos ni para cenar... era una continuación de nosotros mismos.
Turísticamente, la isla no tiene
mas que turismo de naturaleza y playas, ya que los pueblos y ciudades no son
bonitos, no hay ruinas, casas coloniales, ni templos antiguos ...nada, excepto
una naturaleza exuberante en el 30% de la isla que no ha sido deforestada.
El grupo lo formamos 13 personas,
más dos guías de SEO, más dos guías locales de media en todos los destinos (más
chofer en los traslados). Es decir, 13 personas y ¡4 guías¡, desde luego que
era un viaje naturalista de calidad. Los alojamientos fueron muy variables: de
estándar occidental en los lugares más poblados, al estándar local en el resto,
eso sí, cuando llegabas a un sitio con un alojamiento mas “estándar local”, es
que el lugar respectivo era sencillamente espectacular.
El programa de actividades que
llevábamos era muy simple: bichear desde que nos levantamos hasta que nos
acostamos. No se puede decir que perdimos el tiempo...ese deseo que tenemos a
veces de bichear sin cortapisas hasta agotarnos, pues aquí lo cumplimos
¡durante 15 días seguidos¡. Después del desayuno, salíamos hasta la comida,
y después volvíamos a salir hasta la cena, además, para los que todavía tenían
ansia bichera, estaban las excursiones extras: paseo matutino antes del
amanecer hasta el desayuno y paseo nocturno tras la cena, ¡quedaron pocas horas
para dormir!.
Nuestras fotos son de una cámara
compacta sin zoom, pero los compañeros que llevaron cámaras “en condiciones”
sacaron fotos absolutamente sensacionales, tipo Quercus y National Geografic.
Al grano: Tras coger 3 aviones y
un barco, llegamos a nuestro primer destino: la Isla de Mantanani, aquí el objetivo
era hacer snorquel, observar aves costeras y...localizar al endémico autillo de
Mantanani (¡conseguido!).
En
la isla de Mantanani ya fuimos captando la forma de ser mayoritaria de la
población local: lo que nosotros llamamos “pachorra”, je,je. La verdad que no
viven nada estresados, son pacíficos, amables y sonrientes.
Con motivo de una excursión
pedestre por una islita cercana, nos advirtieron los dueños del barco que la
marea estaba bajando y que no tardásemos mucho. Pues cuando quisimos volver, ya
el barco estaba varado en la arena del fondo, ellos no se habían molestado en
ir alejando un poco el barco para salvar el fondo y también asumían con
naturalidad el estar encallados; fuimos nosotros los que nos organizamos
rápidamente y fuimos buscando la dirección mas apropiada en la que desencallar
el barco (empujando, por supuesto).
Aquí pudimos comprobar el estado
de las playas: playas paradisiacas con blanca arena en las que junto a los
troncos naturalmente arrastrados por el mar había cientos de plásticos,
principalmente botellas.
Tras el periplo marino, nuestro
siguiente objetivo era el Parque Nacional del Monte Kinabalu (4095 m y
Patrimonio de la Humanidad), durante el traslado, paramos en unos arrozales que
estaban literalmente copados de aves zancudas: garcilla bueyera, garceta oriental, garceta intermedia y grande, avetorillo
canelo, gallineta crestada y común, calamón, aguatero bengalí, junto con
multitud de canasteras orientales.
Canastera Oriental (Glareola maldivarum - Oriental
Pratincole):
Los no naturalistas jóvenes que
visitan Borneo, hacen dos cosas: snorquel y subir al Monte Kinabalu: parece ser
que se ha puesto de moda subir y ver amanecer en la cumbre de ciertas montañas
(Teide, Kilimanjaro; Fuji...) y el Kinabalu no es menos, para ello se precisa
una jornada de aproximación hasta el albergue que hay en su falda y salida
nocturna para llegar antes del amanecer. Sin embargo, dicha ascensión está
regulada y se obliga a contratar un guía local que acompañe al senderista.
También nos llamó la atención que no suben los avituallamientos al albergue con
helicópteros o con animales: ¡lo hacen porteadores!, que suben como mulas
(nunca mejor dicho)
En el Kinabalu observamos charlatán de Treacher, yuhina crestada,
tórtola cuco-chica, dúcula dorsicastaña, malcoha ventrirrufo y pechicastaño,
salangana del Kinabalu, barbudo elegante, pito gargantilla y triste, eurilaimo
negrigualdo, trogón de Borneo, silbador de Borneo, oruguero de Sonda, drongos
cenizo y crestado, urraca verde y de Borneo, picaflor de Borneo, torrentero de
Borneo...
En el baño del alojamiento del
Kinabalu encontramos las siguientes instrucciones/prohibiciones que deben
formar parte de la casuística local:
En el Monte Kinabalu la
abundancia de mariposas, sobre todo nocturnas, era sobrecogedora:
Nos acercamos también a las
famosas aguas termales de Poring, donde no lográbamos salir de los jardines, de
atiborrados que estaban de los llamativos “pájaros de jardín”. Los árboles en
este lugar eran auténticas catedrales ¡que dolor de cuello¡
Un arañero chico (Arachnothera longirostra - Little spiderhunter):
Un arañero chico (Arachnothera longirostra - Little spiderhunter):

El siguiente destino era Sepilok,
lugar famoso por estar allí el Centro de Rehabilitación de Orangutanes, lugar
sin vallas en el que entran y salen los orangutanes en período de
Rehabilitación. En nuestro hotel, cercano a dicho centro, un compañero se cruzó
con un orangután en una pasarela ¡como si fuera cualquier otro huésped¡
Otro lugar a visitar aquí era el Rainforest Discovering Center, que no es mas que un trozo de selva, en el que hay senderos para no perderse y pasarelas elevadas sobre las copas de los árboles, para poder observar los pájaros que se mueven sobre las frondas ¡que descanso para nuestros maltrechos cuellos¡. Aquí el amanecer fue sencillamente sobrecogedor.
En este lugar, al anochecer,
presenciamos el vuelo de las ardillas voladoras: de pronto, una gran ardilla,
empieza a trepar en uno de esos fabulosos árboles que sobresalen muchísimo
sobre los demás, ya altos, árboles de la selva; entonces, cuando te estás
preguntando ¿pero que hace allí?, se lanza¡¡ y volando hasta que la pierdes de
vista al llegar a la fronda de los demás árboles, y te quedas atónito pensando
¿y no se habrá matado? je,je.
Un Monarca nuquinegro a través
del telescopio (Hypothymis azurea prophata – Black-naped Monarch):
Había insectos enormes y algunos
crípticos como este que imita a una hoja:
Camino del río Kinabatangan,
paramos en las cuevas de Gomatong, lugar en el que duermen 1,3 millones de salanganas
(pequeños vencejos) y cerca de dos de murciélagos, que salen en bandadas al
anochecer, dibujando formas aéreas cual bando de estorninos, antes de
dispersarse por toda la selva para dar cuenta de los mosquitos. Dicha salida de
los murciélagos es aprovechada por varias rapaces, especialmente los
especializados milanos murcielagueros, para dar cuenta de algunos de ellos.
El siguiente destino fue el curso
bajo del rio Kinabatangan, donde nos alojamos en el Lodge de uno de los mejores
ornitólogos de Borneo y seguramente, el mejor fotógrafo de naturaleza de la
isla: Cede Prudente. Aquí, los guías locales eran él y su equipo (auténticos
ojos de águila). Sin palabras. Estos días el bicheo era mucho más cómodo: desde
una lancha, subíamos y bajábamos el río, internándonos en canales y meandros,
en búsqueda de todo bicho viviente. Aquí las estrellas fueron sin duda, los calaos,
aunque las aves observadas aumentaban sin cesar.
No os perdáis las fotos de
Cede: http://cedeprudente.com/
El siguiente destino era Danum
Valley, un lugar no muy frecuentado, pues para lograr alojarse en él hay que
ser investigador o miembro de alguna sociedad conservacionista, nosotros, al ir
con la propia SEO-Birdlife, tuvimos el privilegio de llegar a dicho lugar del
que nos habían hablado todos los guías locales: “lo hay en Danum Valley” decían
sin cesar. Para llegar a dicho lugar, te tienen que llevar microbuses del
propio Danum Valley, en un viaje pasando un estricto control, y a través de ¡60
km de camino a través de la selva¡
En las marchas nocturnas, las
aves estaban durmiendo embolichadas, como esta Pitta Black and Crimson (Pitta
ussheri):
Otros nocturnos:
Tras Danum Valley, ya
vislumbrando el fin de nuestro periplo borneano, llegamos a la ciudad de Tawau,
en donde pajareamos por su colinas, curiosamente, uno de los caminos que
recorrimos era una especie de “cortafuegos” que separaba la selva de la derecha
del la selva deforestada de la izquierda (plantación de palma aceitera), y en
la que sólo se oían y veían pájaros en la zona de la selva.
Según me comentó Cede Prudente,
la cantidad de especies de aves baja de varios cientos en la selva a unas 17-18
en las plantaciones de Palma.
Diferencia plantación de
palma-selva:
Un cuco bayo (cacomantis
sonneratii schelegeli – Banded-bay cuckoo):
Hasta aquí la cara amable de
nuestro viaje, puesto que la otra, es la tremenda deforestación que ha
sufrido la isla desde los años 80, y que ha supuesto que el 70% de la
superficie de selva haya sido absolutamente arrasada para plantar el
monocultivo de palma aceitera (o palma africana), el paisaje durante horas de autobús
es el mismo: todo palma hasta la cima de los cerros (al estilo del olivo en
Jaén), sin ningún matorral y apenas hierba bajo ellos.
Malasia e Indonesia se lo han
jugado todo a una sola carta: la palma aceitera, si alguna vez falla la demanda
de aceite de palma o surge una plaga para la que no tengan pesticida, veremos
noticias nada alegres en la prensa. (documental Home para quien le interese el
asunto de la deforestación: http://www.youtube.com/homeprojectES#p/a/u/1/SWRHxh6XepM).
Piénsatelo dos veces cuando
compres productos con “aceite de palma” o “grasas vegetales” (casi todos los
industriales).
La cantidad de aves que vi con
tiempo para fijarme en detalles fue 198.
Por último, una foto de una casa común
allí y con algo típico también: la gente saludando a los autobuses (adultos también).
Hasta siempre, Borneo.
2 comentarios:
Simplemente alucinante, menuda experiencia!!
Gracias por compartirlo
Un lujo de viaje ... lo pondré en la lista de cosas pendientes. Visto lo visto merece la pena sin duda alguna. Os envidio.
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