Búho chico (Asio otus)
INTRODUCCIÓN
El
búho chico (Asio otus), además de ser
el más silencioso y retraído de nuestros búhos, es uno de los peor conocidos.
De hábitos estrictamente nocturnos y más bien forestales, se trata de una
especie ampliamente repartida por nuestro territorio, aunque con desiguales
densidades.
De
aspecto estilizado y elegante, el plumaje críptico le permite mimetizarse con
el boscoso medio que frecuenta. Presenta una cabeza redondeada y rematada por
“orejas” que le sirven para descomponer su silueta e indicar excitación o
miedo. En la cara destaca un ribete de plumas blancas en forma de “x” que
enmarca el pico y los anaranjados ojos.
HÁBITAT
Aunque
depende estrechamente de las formaciones boscosas para criar, el búho chico
prefiere zonas con arbolado disperso, bosques-isla y sotos ribereños, y se
instala junto a claros y linderos si se trata de un bosque muy extenso. Siente
especial predilección por los pinares, asentándose incluso en los de
repoblación.
ZONA DE ESTUDIO
Para
el estudio, se ha seleccionado un núcleo urbano donde existe presencia de búho
chico. En dicha localidad, el búho chico ha seleccionado una pequeña
repoblación de pinos próxima a un parque y a edificios deportivos y de
viviendas.
Hábitat de Búho chico en la zona de estudio
ALIMENTACIÓN
El
búho chico es un cazador estrictamente nocturno, capaz de dar caza, incluso en
las peores condiciones de luz, a una gran variedad de pequeños y medianos
vertebrados, desde pajarillos hasta gazapos, si bien su dieta básica, se centra
en el consumo de micromamíferos (topillos, ratones de campo, ratas, etc.).
Ocasionalmente puede predar sobre grandes insectos, reptiles y anfibios.
El
estudio de la alimentación de la especie se ha realizado a través del análisis
de egagrópilas recogidas en la localidad seleccionada.
Las
egagrópilas son bolas formadas por restos de alimentos no digeridos que algunas
aves regurgitan y expulsan por la boca. Normalmente contienen hueso y pelo,
porque son elementos duros y difíciles de digerir por las aves.
Egagrópilas de búho chico
Egagrópila de búho chico
RESULTADOS DEL ANÁLISIS
DE LAS EGAGRÓPILAS
En total, se
han analizado 31 egagrópilas de búho chico. En dicho análisis, se ha prestado
especial atención en los restos de cráneos y mandíbulas encontrados, puesto que
la dentición permite identificar las distintas especies de micromamíferos
presentes en un lugar determinado. Los resultados obtenidos son los siguientes:
En
el interior de las 31 egagrópilas recogidas, se han encontrado restos de 5 micrótidos (topillos), 17 múridos (ratones), 3 musarañas
y 9 aves de pequeño tamaño.
Picos, cráneos y mandíbulas encontrados en las egagrópilas
3 comentarios:
Que guapo. Precioso el trabajo y muy didáctica la explicación. Nosotros cogemos las egagropilas de un búho real para quedarnos los cráneos. Desde ahora fotografió y documento todo lo que saquemos.
Un saludo.
Un gran trabajo Nacho, muy interesante. Por lo que se ve, todo el tiempo dedicado a la limpieza de egagrópilas vale la pena.
Gracias por compartir esos resultados
Un saludo
Muy interesante Nacho y muy didáctico.
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