DE RUTA MIGRATORIA

El miércoles 22 de agosto estuve dando un paseo por Segovia con la intención de probar la nueva cámara de fotos que me acabo de comprar.

Cargado con el trípode, el telescopio y los prismáticos, estuve visitando uno de mis lugares favoritos en Segovia: Las Arenas.

Previamente había estado por el paraje conocido como Los Polvorines, donde me topé con un par de collalbas grises, una gran cantidad de abejarucos, cogujada común y algún jovenzuelo alcaudón común.

Collalba gris

Las Arenas nunca defraudan, y siempre que bajo, observo algo nuevo. Nada más cruzar las puertas que daban acceso a la Central Hidroeléctrica, pude contemplar un precioso alcaudón común posado en una roca.

Alcaudón común

Siguiendo mí camino por la orilla del Río Eresma, me resultó sorprendente la gran cantidad de papamoscas cerrojillos que había en la zona; siempre posados en su percha a la espera del paso de un insecto que poder llevarse al pico.

Papamoscas cerrojillo

Junto a los papamoscas cerrojillos también se dejó ver un papamoscas gris, martín pescador, ánade real, una familia de águilas calzadas surcando el cielo, andarríos chico, mito, ruiseñor bastardo, ruiseñor común, carbonero común, zarcero común y mosquitero papialbo.

Papamoscas gris

De vuelta a casa, con mucho calor en el cuerpo por la maldita ola de calor, la última sorpresa del día: en uno de los pinos silvestres del Parque de El Cementerio, acosado por un papamoscas cerrojillo, pude contemplar un Pico menor! Qué alegría más grande! A este no le pude fotografiar, pero lo retengo en la memoria.

Es sorprendente la gran cantidad de aves en paso migratorio que utilizan la ciudad de Segovia como lugar de parada en su viaje de vuelta a sus cuarteles de invernada en el continente Africano.