Si hiciéramos una encuesta preguntando por aves urbanas,
seguro que el gorrión común (Passer
domesticus), encabezaría la lista; y es que el gurriato, nombre con el que
también se le conoce vulgarmente, está presente en todos nuestros pueblos y
ciudades, hasta tal punto, que en la actualidad, depende de la especie humana
para sobrevivir, ya que le proporcionamos, queriendo o sin querer, comida y un
lugar donde vivir; es lo que se conoce como una relación de comensalismo.
El gorrión común es una de las especies de aves más
abundantes en España, estimándose su población en 10 millones de parejas
reproductoras, es decir, 20 millones de individuos adultos a los que habría que
sumar los juveniles que no se reproducen. Pueden parecer muchos, y de hecho lo
son, sobre todo si los comparamos con las poblaciones de otras especies de
aves, como el águila imperial ibérica, que cuenta con unas pocas más de 500
parejas en el territorio nacional.
Pero en los últimos años estamos observando como las
poblaciones de este pequeño pájaro están disminuyendo a ritmos alarmantes, ya
que se ha estimado un descenso del 12,5% en las últimas dos décadas, lo que
equivales a 9,5 millones de gorriones menos en 20 años, que se dice pronto. Las
causas de este descenso están siendo muy estudiadas por la comunidad
científica, llegando a conclusiones como que debido a la contaminación
atmosférica de las ciudades, los gorriones sufren anemia y un funcionamiento
deficitario de su sistema inmune, algo a lo que nosotros, que convivimos en el
mismo espacio que el gorrión, también nos podemos ver expuestos.
Otro de los graves problemas que afectan al gorrión común es
la falta de lugares apropiados para instalar sus nidos. El gurriato es un ave
troglodita, anida en cavidades o agujeros de árboles, rocas y sobre todo en las
oquedades que aparecen en nuestros edificios, ya sea debajo de una teja, en una
grieta en la pared o en una chimenea de ventilación. Y cada vez se lo estamos
poniendo más difícil con los nuevos estilos arquitectónicos que da la sensación
de estar hechos a prueba de pájaros, ya que en demasiadas ocasiones son vistos
como un problema en lugar de un valor añadido.
Para poner nuestro granito de arena a favor del gorrión
común, el grupo local SEO-Segovia ha instalado 14 cajas nido de gorrión común
en un edificio en el municipio de La Lastrilla. Aprovechando la construcción de
un nuevo edificio de titularidad municipal, se han instalado las cajas nido dentro
del espesor del muro, quedando las cajas ocultas por el revestimiento de
pizarra, siendo solo visibles los agujeros de acceso. Se pretende que la
instalación sea lo más discreta posible, instalándose en las fachadas con menor
posibilidad de molestias.
Con esta actuación se pretende potenciar la presencia del
gorrión en nuestras calles y plazas, poner freno a su declive poblacional y
poner en valor a esta especie en muchas ocasiones olvidada debido a su
presencia común en nuestras vidas. ¿De verdad tenemos que esperar a que se
vuelva una rareza para empezar a actuar? En SEO-Segovia ya nos hemos puesto
manos a la obra.
Sirvan estas líneas como agradecimiento y reconocimiento a
la labor de los socios de SEO-Segovia: Pablo, constructor de las cajas y Miguel
Ángel, arquitecto de la obra, y al Ayuntamiento de La Lastrilla por permitir la
instalación de las cajas, creando con ello un ejemplo vivo de que es posible
otro estilo arquitectónico respetuoso con la biodiversidad.
1 comentario:
Tenía entendido que en Segovia se habían realizado varias actuaciones en favor tanto del gorrión como del murciélago.
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