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viernes, 15 de marzo de 2013

VIAJE A IRLANDA. MARZO 2013



Del 8 al 12 de marzo he pasado unos días visitando Irlanda con un grupo de amigos. Aunque no ha sido un viaje estrictamente medioambiental, este país tiene bastantes lugares con encanto que son de obligada visita para el turista. La isla es lo suficientemente grande como para que no de tiempo a recorrerla en 5 días, así que centramos el viaje en el oeste del país.



Nuestro viaje empezó en Galway, la tercera ciudad más importante del país después de Dublín y Cork. Se encuentra en la desembocadura del río Corrib y ante ella se abre Galway Bay. Es una gran bahía, que se puede recorrer por las carreteras que la bordean, existiendo varios sitios donde poder parar el coche y observar las aves y los paisajes que ofrece. En la misma ciudad, en la desembocadura del río, pude observar vuelvepiedras (Arenaria interpres) y gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus), así como bisbita ribereño costero (Anthus petrosus), lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), estornino pinto (Sturnus vulgaris) y graja (Corvus frugilegus), esta última, sin lugar a dudas, el córvido más abundante del país, algo sorprendente para mí, puesto que en España se encuentra acantonada en la provincia de León.



Graja (Corvus frugilegus)


Estornino pinto (Sturnus vulgaris)


Desde otro punto de la bahía, en Dunguaire Castle, pude observar cisne vulgar (Cygnus olor), ánade silbón (Anas penelope), zarapito real (Numenius arquita), gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus), corneja cenicienta (Corvus corone cornix) y cerceta común (Anas crecca) entre otros.

 Dunguarie Castle, en el borde de Galway Bay


 Cisne vulgar (Cygnus olor)


El siguiente punto de interés fueron los Cliffs of Moher. Se trata de unos espectaculares acantilados de 7 Km. de longitud abiertos al Océano Atlántico y constituyen el lugar de nidificación de una gran variedad de aves marinas. En este punto del viaje mis prismáticos dijeron basta y mi nivel de observación descendió considerablemente, ya que solo podía mirar por un ojo. Aún así, pude observar gaviota argéntea (Larus argentatus), gaviota sombría (Larus fuscus), bisbita ribereño costero (Anthus petrosus) y lavandera pía (Motacilla alba yarrelli, subespecie de lavandera blanca presente en Reino Unido e Irlanda). Sin ninguna duda, este sitio bien merece una visita en primavera para ver frailecillos (Fratercula arctica), gaviotas tridáctilas (Rissa tridactyla), halcones peregrinos (Falco peregrinus) y fulmares (Fulmarus glaciales) nidificando en los acantilados.


 Cliffs of Moher

 Lavandera pía (Motacilla alba yarrelli)


 Bisbita ribereño costero (Anthus petrosus)

Al día siguiente, pusimos rumbo a lo que según algunos, es el extremo más occidental de Europa, la Península de Dingle. Aunque también existen bastantes acantilados, no son comparables a los Cliffs of Moher, pero las vistas resultan sorprendentes. Las condiciones climáticas no acompañaron en absoluto; un viento intenso, niebla en algunos puntos, lluvia y nieve hicieron acto de presencia durante todo el recorrido por la península, por lo que las observaciones de aves fueron muy complejas. Aún así, las gaviotas argénteas (Larus argentatus) y los alcatraces atlánticos (Morus bassanus), retaban al mal tiempo, y pudimos deleitarnos con el vuelo de las gaviotas y las zambullidas de los alcatraces en busca de comida. También se dejó observar bastante cerca un grupo de ostreros euroasiáticos (Haematopus ostralegus).

 Dingle Peninsula


 Gaviota argéntea (Larus argentatus)

 Ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus)


El último lugar de interés medioambiental que visitamos fue el Parque Nacional de Killarney, una de las pocas zonas boscosas con las que cuenta el país, ya que solo el 6% de la superficie se encuentra arbolada. Cuenta con 10.000 Ha. de extensión y es el más antiguo del país, creado en 1932. Está formado por bosques y lagos y los paisajes que se contemplan son muy bonitos. Dentro del bosque, todo es verde; el suelo y las rocas están tapizados de musgo, dando la sensación de estar caminando por un bosque tropical. En los diferentes lagos del parque, pude observar ánade real (Anas platyrhynchos), gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus), porrón moñudo (Aythya fuligula) y cisne vulgar (Cygnus olor). Otras especies que se dejaron ver en la zona fueron petirrojo (Erithacus rubecula), zorzal charlo (Turdus viscivorus), acentor común (Prunella modularis) y graja (Corvus frugilegus).



 Killarney National Park





2 comentarios:

Abel dijo...

Muy buena entrada Nacho, que envidia!! Suerte con los prismáticos, pues llega la mejor época en Segovia,jeje.

Un abrazo

EDUARDO28 dijo...

Enhorabuena por darnos envidia con tus viajes, teniendo tiempo, dinero y gente con la que compartir buenas experiencias!!

Saludos,

Eduardo García